Cuando se habla de líder, lo primero
que se me viene a la cabeza es si realmente es necesario tener un
líder. Mi idea es que un líder es necesario en todos los ámbitos
de la vida, siempre y cuando haya más de una persona implicada,
evidentemente.
Adoptamos un líder en el momento en
que dos personas se unen, aunque sea solamente para andar, en cuanto
que uno toma la decisión de la dirección a tomar. Una de las dos se
erige en “líder” y el otro acepta ese liderazgo. Y esto que
acabo de decir, que aparentemente parece algo aceptado de una manera
universal, es de vital importancia para que una empresa, sea de la
índole que sea, tenga éxito. Imaginemos el ejemplo de los dos
amigos que quedan para caminar. Si el “líder” no es aceptado
como tal, su decisión será puesta en entre dicho y no convencerá a
su compañero de marcha. Esto se complica cuanto mayor es el número
de integrantes del grupo, por razones obvias.
El problema de las empresas es
precisamente la elección de esa persona que tenga el “don”, si,
el don, porque para mi, el líder nace y aunque existen infinidad de
cursos para “hacer líderes” estos son líderes artificiales,
personas que han aprendido a hacer de líder. No puedo decir que esta
forma de liderazgo no funcione, sin embargo dudo que un líder
prefabricado pueda resolver una situación que se salga fuera de sus
normas.
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